
Willy no pudo hacer mucho frente al número tres del mundo, que jugó a un gran nivel y estuvo muy poco errático.
Por su parte, muchos esperaban ver a un Cañas más inspirado, con una actitud y un juego más avasallador como siempre suele demostrar, pero "reaccionó" y empezó a cambiar su juego y su ataque en un momento en que era más que difícil poder revertir el marcador, ya que se estaba disputando el segundo set y estaba 5-2 abajo.
Mañana será el turno de Nalbandian, la última esperanza nacional, que enfrentará al local Mardy Fish, quien viene de ganarle a Lleyton Hewitt por 7-5, 3-6 y 7-6 (7-4).