"Los hermanos-en este caso las hermanas-sean unidos porque esa es la ley primera", es lo que reza uno de los pasajes del Martín Fierro. Sin embargo puede que esto no ocurra, como sucedió en la final femenina de Wimbledon.El sábado, Serena y Venus Williams se enfrentaron en la final del torneo londinense, en lo que fue un nuevo duelo entre las hermanas estadounidenses. El partido fue muy cerrado desde el principio y, tras un quiebre para cada una, el primer set terminó con una ajustada definición: Venus se lo llevó por 7-5.
Sin tener compasión por su hermana menor, Venus mantuvo su saque y presionó a Serena, que se notaba nerviosa y perdió el suyo. A pesar de que en un momento parecía que Serena podía revertir el resultado, no pudo tomar la iniciativa. Su hermana, en cambio, sostuvo la estrategia que la llevó a ganar el segundo set 6-4, y coronarse campeona por quinta vez sobre el césped del estadio central.
Con esta victoria, Venus consiguió su 37º título del circuito profesional de la WTA, entre ellos siete Grand Slams.
